Por más que se diga que las aves u otros animales «cantan», la verdad es que no lo hacen; no existen coros de gaviotas, ni sinfonías de ratones. Sólo los seres humanos cantamos, solamente nosotros hacemos música y dotamos a los sonidos de un orden, estructura, sentido, significado y fundamentalmente una intención expresiva, en este sentido una obra musical es similar a una biografía, aunque ésta sea, en apariencia, un poco caótica.
Muchas personas creen que sólo los que se entrenan musicalmente de manera profesional y que además poseen un talento especial para este arte pueden ser considerados «músicos».; esta afirmación podría ser válida únicamente para señalar a los que estudiaron este arte de manera profesional. Sin embargo, una madre que le canta a su niño para que duerma, una persona enamorada cantando una serenata, unos amigos que se juntan alrededor de una fogata a tocar su guitarra y cantar, están haciendo música, están manifestando su esencia musical.
No es poco relevante el hecho de que todos tenemos algo importante que decir acerca de la música. Pocas personas serían capaces de opinar acerca del desempeño de un médico durante una cirugía al páncreas o criticar las técnicas empleadas en la fabricación de vidrio templado, sin embargo todos somos capaces de opinar y argumentar acerca de la música sin necesidad de haber pasado previamente por las aulas del conservatorio o de alguna institución especializada en su enseñanza. Cada individuo tiene alguna o varias canciones favoritas, un grupo, un género estilo musical preferido, y, sobre todo, es capaz de fundamentar el por qué tal o cual canción o intérprete es mejor que tal o cual otro.
Chladni investigó acerca de la acción del sonido sobre la materia; es decir, acerca del sonido como fuerza estructurante que da forma y ordena todo lo que puede ser percibido a nuestro alrededor. Todos llevamos una pequeña porción de esta fuerza en nuestra voz y la hacemos evidente cuando hacemos música con ella. Diversas investigaciones demuestran el importante impulso al desarrollo de la inteligencia, en diversas áreas, que se logra a través del cultivo de las facultades musicales de las personas y no son pocos los que sienten en sí mismos el efecto terapéutico de la música. Gracias a este arte nos es posible reencontramos cada vez con lo más profundo y elevado de nuestra condición humana.
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